Desde tiempos muy antiguos, en el Santuario, se constituyó una Confraternidad, con privilegios concedidos por varios pontífices, o sea una asociación de personas hermanados por la devoción común a San Miguel Arcángel, que gozaban de la oración de la comunidad religiosa constituída en el mismo Santuario.
Este tipo de asociación religiosa comenzó en el siglo VIII y se cree que fue una de las más antiguas nacidas en el célebre Santuario.
El reconocimiento oficial fue dado por el Papa Julio III, en 1555.
La Confraternidad de San Miguel Arcángel se propone:
- promover la devoción al Príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel Arcángel, y todos los ángeles, en especial al Angel Custodio;
- profesar esta devoción con plena fidelidad a la enseñanza del Papa y la activa colaboración con los obispos y sacerdotes.
- Invocar en todo momento el auxilio y la protección del Arcángel en defensa de la Iglesia de Cristo y del pueblo de Dios en camino hacia la Patria Celestial.
Quien desee inscribirse debe:
- Profesarse cristiano de palabra y de obra.
- Combatir toda forma de mal existente en la sociedad y defender los derechos de Dios y los valores cristianos.
- Vivir en gracia de Dios, confesándose y comulgando frecuentemente.
- Escuchar o leer la Palabra de Dios inspirando en ella el propio vivir cotidiano.
- Particpar (solo o con el grupo) en la Santa Misa dominical y en aquellas que se celebran por el mismo grupo.
- Amar con afecto filial a María Santísima, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia, y recitar frecuentemente el rosario.
- Hacer al menos una hora de adoración eucarística una vez al mes;
- Recitar, en lo posible todos los días, la corona angélica o al menos el acto de consagración a San Miguel Arcángel.
- Celebrar con particular devoción las fiestas en honor del Gran Arcángel, que son: el 8 de mayo (Aparición de San Miguel Arcángel sobre el Gargano), el 29 de septiembre (Fiesta de San Miguel, San Gabriel y San Rafael arcángeles y aniversario de la Dedicación de la Basílica) y 2 de octubre (Santos Angeles Custodios).
- Rezar todos los días por el Sumo Pontífice.
- Profesar plena adhesión al obispo y al párroco de la propia comunidad.
La sede central de la piadosa asociación se encuentra en la Basílica de San Miguel Arcángel y el padre director general es el Rector del mismo Santuario.
Todos pueden inscribirse, incluso los niños menores que, incapaces de asumir empeños personales, pueden ser inscriptos bajo la protección de San Miguel Arcángel por sus parientes.
Las inscripciones pueden ser como socio simple (a nivel personal) o responsable de grupo (coordinador/a). En este último caso:
- cuidarán la actividad del propio grupo, en particular, la participación comunitaria en la Santa Misa, al menos una vez al mes con una catequesis preferentemente impartida por el propio párroco u otro sacerdote;
- enviarán a la sede de Monte Sant’Angelo un informe anual sobre la actividad y, cuando lo requiera el Santuario, se presentarán al Padre Director para intercambiar ideas e y otras informaciones referidas a la asociación.
Todos los inscriptos son recoradados y recomendados a la protección de San Miguel Arcángel en todas las liturgias que se celebran en la Sacra Gruta.
En particular para los socios vivos y por sus necesidades se celebra una Santa Misa cada primer día del mes y en la siguientes fiestas:
- Epifanía, Presentación de Jesús en el Templo (2 de febrero)
- Pascua, Pentecostés, Aparición de San Miguel Arcángel sobre el Gargano (8 de mayo)
- Dedicación de la Gruta de la aparición (29 de septiembre)
- Fiesta de los Angeles Custodios (2 de octubre)
- Natividad del Señor (25 de diciembre)
Es posible también la inscripción de difuntos.
Para los socios difuntos se celebra una Santa Misa en sufragio el 15 de cada mes y en los siguientes días: Miércoles de Cenizas, 19 de marzo (Fiesta de San José), 25 de septiembre (aniversario de la cuarta aparición del Arcángel en 1656), 30 de diciembre.
La inscripción se puede hacer directamente en el Santuario donando una ofrenda monetaria, y si considera necesario, puede pedir un recibo firmado por el Padre Director.
Los socios vivos cada año deberán renovar la inscripción directamente en el Santuario (o enviarla por correo) mediante el pago de la cuota correspondiente.
Faltando el empeño u otro requisito con el Santuario por tres años consecutivos, se pierde todo derecho o privilegio. El visto anual no es necesario para los socios difuntos.
El boletín del Santuario, Michael, es el órgano oficial de la Confraternidad. A los responsables y socios se ruega el abono correspondiente.